sábado, 21 de junio de 2014

El Hombre que hizo llover.

Juan Pedro Baigorri Velar 



Nació en 1891 en Concepción del UruguayEntre Ríos, falleció en 1972 en Buenos Aires, Argentina.

Fue un ingeniero argentino, conocido porque decía haber inventado "la máquina de hacer llover".

Hijo de un militar, nacido en Concepción del Uruguay y criado en Buenos Aires, Baigorri Velar cursó estudios en el Colegio Nacional y luego viajó a Italia donde se recibió de Ingeniero y se especializó en Geofísica en la Universidad de Milán. 

Trabajó en diversas compañías de combustible, por lo cual recorrió varios países y realizó investigaciones sobre composición del suelo y exploración petrolífera.

Construyó sus propios instrumentos para la detección de minerales y condiciones electromagnéticas de los suelos.

En 1929 fue convocado por Enrique Mosconi para formar parte de la recién creada YPF


Un invento fortuito y misterioso

Baigorri Velar inventó un aparato que podía medir las condiciones electromagnéticas de la tierra; pero en 1938, mientras estaba trabajando en el altillo de su casa en Buenos Aires, descubrió que el aparato inducía una breve lluvia que se dispersaba en el ambiente. Entonces el joven intuyó que algo más grande se podría lograr…


Sus estudios de geofísica en la Universidad de Milán lo conducirían a desarrollar a gran escala este extraño artefacto. El ingeniero guardó celosamente el secreto del funcionamiento de su máquina para hacer llover; no obstante, se llegó a saber que constaba de dos circuitos: el “A” estaba diseñado para lloviznas ligeras y el “B” se utilizaba para precipitaciones fuertes.

Baigorri Velar logró hacer llover en algunas de las regiones más secas y remotas del país, que no habían visto caer agua desde hacía meses e incluso años. Por ejemplo, en la provincia de Santiago del Estero hacía un año y cuatro meses que no llovía; el ingeniero visitó el lugar y tras dos horas de hacer funcionar el artefacto cayeron 2,36 pulgadas de agua. Asimismo, en San Juan no había llovido nada menos que por ocho años, y Baigorri Velar provocó precipitaciones de 1,2 pulgadas.



Más allá de esta generosa ayuda a los problemas de sequía en el país, en 1939 llegaría su gran reto. 
El director del Servicio Meteorológico Nacional, Alfredo Galmarini, todavía descreía del invento de Baigorri Velar. No obstante, desafió al ingeniero a provocar una lluvia en un día exacto: el 2 de junio de 1939. Este aceptó la prueba; la víspera el cielo despejado se pobló de nubes y al día siguiente tuvo lugar un verdadero diluvio.
Los diarios de todo el país anunciaron el éxito del desafío meteorológico. 
Sin embargo, como el artefacto desapareció, muchos todavía descreen de los testimonios escritos que quedaron y sostienen que la máquina de hacer llover jamás ha existido.



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